3 ago 2009

Vanesa para un cuadro

Ella mira desde atrás su imagen de nueva mujer, asombrada se da cuenta que sigue siendo la misma o por lo menos su espalda. Frases viejas aparecen en su cabeza, otras no se dan a conocer pero están. Todo se tiñe de rosa, de rosa viejo, como recordando los antiguos vestidos que uno encuentra al abrir el placard de la abuela, o de esa tía soltera que gastaba el dinero en enormes cantidades de ropa con el afán de conseguir un pretendiente.
De pronto el gris invade la imagen y todo se apaga, como el polvo que levanta una bomba al caer. Pero esquivando las piedras que caen desde el cielo aparece nuevamente ella, tranquila, o no tanto, pero con un gesto calido, sus manos encimadas como cuidando una de la otra.
Ahora si nuevamente el rosa es rosa y su cuerpo lleno de vida comienza a irse del mundo como si la deglutiera el suelo, ese mundo que hoy es plano pero fue o será tierra.

1 comentarios:

EL ROSCO dijo...

SI VIERAS TU ESPALDA, LA RECONOCERIAS?
MUY BUENO RULO.
QUIERO LEER MAS.

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