FUTURO LÍQUIDO

De pronto suena el teléfono, cae un mensaje de pablo-veniT c baldes q están entregando agua frenT al cabildo. Busco mis cosas, coloco algunos recipientes en la mochila, un balde en cada mano y parto. Al final del pasillo me dispongo a tomar el ascensor pero no funciona, otra vez esto de la crisis energética. Bajo por las escaleras, suenan mis rodillas en cada peldaño, esto de no hacer deportes me esta matando. Al llegar a la puerta de calle limpio mi dedo pulgar y lo coloco frente al censor de lectura de huella digital.
Me dispongo a caminar por la vereda, hace mucho tiempo que no salía, creo que desde que trabajo en casa. No hay mucha gente caminando, algún que otro PUR, esta tribu urbana que ha colapsado las ciudades, hombres y mujeres vestidos de blanco conectados todo el tiempo a sus viejos MP3. Veo como dos hombres me observan desde la vereda de arriba mientras hacen cola para entrar a un SEX SHOP. Sigo mi rumbo.
La combustión de los vehículos ahoga rotundamente, no comprendo como estas chatarras sigan funcionando. Me aproximo a la plaza y observo como uno de los medios de comunicación más importante del globo esta animando la última invasión china a la zona de los glaciares, los hologramas corren y se confunden con la gente que transita por ahí. Y como telón de fondo una EME gigante chorrea grasa y salpica los techos de zinc de la barriada que se ubica a sus pies.
La cola avanza, ya estoy más cerca del pico para cargar mis recipientes. La gente comienza a agolparse, algo esta pasando. Carajo ya no sale más agua, ahora voy a tener que pagar fortuna por un litro miserable.